‘Andalucía Respira’, una iniciativa nacida en Málaga por científicos con la necesidad de dar respuesta ante la emergencia sanitaria del COVID-19
Información general de interés
- Autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
- Único respirador aprobado por la AEMPS alternativo a los convencionales con marcado CE en el ámbito de la investigación clínica en el marco de un estudio clínico promovido por IBIMA.
- El ventilador pulmonar ANDALUCÍA-Respira se ha desarrollado como medida de contingencia en un escenario en el que no sea posible conseguir suficientes respiradores convencionales y en el que la falta de disponibilidad de un sistema de ventilación mecánica comprometa la vida del paciente y tener que limitar las medidas de soporte terapéutico ante la ausencia de estos productos vitales.
- Indicado para la ventilación mecánica invasiva como tratamiento para pacientes que requieran ventilación mecánica mandatoria con altos flujos, entre otros en la patología de Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) debido al COVID-19.
Así comenzó ‘Andalucía Respira’…
Hace 30 años, Ignacio Díaz de Tuesta, cirujano cardiovascular del Hospital Regional Universitario de Málaga, realizó su tesis fin de carrera en una primera aproximación de lo que, a día de hoy, es Andalucía Respira (en su génesis Málaga Respira). Nadie imaginó, en su momento, que esta tesis terminaría siendo clave en una crisis sanitaria a nivel mundial para hacer a una posible necesidad de la asistencia sanitaria en Andalucía, como consecuencia de una pandemia a consecuencia del COVID-19.
Díaz de Tuesta, que pegó en la puerta del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), para ponerlo en contacto con un equipo multidisciplinar en el que aparecieron ingenieros, intensivistas, anestesistas, empresas colaboradoras, y un equipo cualificado con un objetivo común: salvar vidas ante el incesante avance de una nueva enfermedad que no distingue entre clases ni fronteras.
Profesionales del IBIMA, de la Universidad de Málaga y de los dos hospitales públicos de Málaga: Hospital Regional Universitario y Virgen de la Victoria de Málaga se ponen en marcha con el peso del tiempo para dar una solución en tiempo récord. Además, cuenta con el apoyo de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía.
Así pues se unen al proyecto los ingenieros de la UMA, Víctor F. Muñoz Martínez y Carlos Pérez del Pulgar; los sanitarios, José Luis Guerrero, María Victoria De la Torre, Emilio Curiel, Miguel Ángel Prieto y Gonzalo Varela.
Además, un equipo de coordinación y gestión de IBIMA, con la Unidad de Innovación (Isabel Guerrero Molina y María Mengual), contó con la validación tanto de la Dirección Científica (Francisco J. Tinahones) y la Gerencia (José Miguel Guzmán de Damas) para que este proyecto pasase a ser una realidad en poco más de una semana. También contó con el trabajo del director de gestión del Instituto, Juan Aranda, y con Gloria Luque, del Comité de Ética de la Investigación Provincial de Málaga.
Por otro lado, se contó también con el trabajo de Ricardo González Carrascosa, especialista en Salud Animal y Veterinario de la Universidad de Málaga, clave en el ensayo animal. Otro grupo de profesionales a destacar es el que componen el equipo de electromedicina del Hospital Universitario Virgen de la Victoria.
Al mismo tiempo que todo esto sucede, un nutrido grupo de empresas colaboraron con el equipo de científicos. Aspecto en el que entró en escena la colaboración del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), con la inestimable colaboración de su presidente, Felipe Romera.
Así pues, el proyecto siguió tomando forma gracias al intenso trabajo de empresas como Veolia, CATS y Dekra.
Tras realizar con una primera aproximación una prueba en un pulmón artificial, así como un segundo ensayo en animales. El respirador fue evolucionando hasta llegar a lo que el propio equipo denomina ‘Andalucía Respira 3’, la última fase de ejecución que, tras contar con la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y del Comité de Ética de Investigación de la Provincia de Málaga, y tras contar con el consentimiento informado y autorización de la familia de los pacientes, se procedió al ensayo clínico en dos pacientes malagueños.
Por su parte, el proyecto tiene la suerte de contar con una empresa de alta tecnología para la producción de los equipos, también en tiempo récord, para estar preparados ante la emergencia sanitaria con un ritmo de producción de un ejemplar cada dos horas, lo que supone unas 50 unidades a la semana.
El dispositivo cumplió todos los requerimientos exigidos por la AEMPS y fue autorizado el pasado 10 de abril de 2020, pudiéndose utilizar en una unidad de cuidados intensivos. Además es el único con autorización por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) alternativo a los convencionales con marcado CE en el ámbito de la investigación clínica